Veronica de la Cruz
la vidente de Bayside
Verónica Lueken, la vidente de Bayside, fue receptora de mensajes celestiales de Jesús, Nuestra Señora y muchos santos durante mas de 25 años. Ella fue un alma víctima por el Papa y la Iglesia Católica Romana en estos últimos tiempos; pero fue a través del sufrimiento que ella padeció por amor a Jesús y Nuestra Señora lo que eventualmente le mereció el nombre de “Verónica de la Cruz”, (Nuestra Señora, junio 18 de 1980). Verónica fue una hija fiel de la Iglesia. Ella vivió en la Iglesia y murió en la Iglesia. Pasó a recibir la recompensa eterna el jueves 3 de agosto de 1995. Tenía 72 años. Verónica tuvo misa y funeral católicos, también fue enterrada en el Cementerio Católico Romano de Mount St. Mary en Flushing, N.Y. El legado que ella dejó tras de sí estará escrito por siempre en los anales de la Iglesia. |
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Hasta junio de 1968, Verónica vivió una vida ordinaria de una ama de casa en la cuidad de Nueva York con sus cinco hijos. En junio 6 de 1968, el dia en que Robert F. Kennedy fue abaleado en California USA, por un asesino, Verónica experimentó un fuerte perfume de rosas cuando respondió al llamado que hicieron por la radio pidiendo oraciones por el Senador. Algún tiempo después de esta manifestación, Sta. Teresita, la Pequeña Flor, se apareció en su casa (siempre ha sido identificada con las rosas, desde que hizo su famosa promesa, citada con frecuencia asi: “Después de mi muerte dejaré caer una lluvia de rosas desde el cielo”). Esta visión fue compartida también por el hijo de Verónica, Raymond. Santa Teresita dió a Verónica mensajes en forma de poesías. De esta forma se dió principio a la Misión de Bayside. Muchas experiencias místicas comenzaron a ocurrir, cuando Sta. Teresita fue introduciendo gradualmente a Verónica en el camino de la infancia espiritual. Esto sirvió para preparar a Verónica para el subsiguiente rol de sufrimiento como alma víctima y también mas tarde como vidente. Esto sirvió de comienzo para la posterior aparición de la Virgen María. Nuestra Señora se apareció a Verónica en su casa el 7 de abril de 1970 y dijo que Ella quería que se rezara el Rosario al aire libre, la víspera de los grandes días de fiesta de la Iglesia Católica Romana, en los terrenos de la antigua Iglesia de San Roberto Belarmino en el Distrito de Bayside Hills, una parte de Queens y uno de los cinco distritos de la cuidad de Nueva York. Nuestra Señora expresó que Ella deseaba se hiciera un Santuario allí y que fuera invocada bajo el nombre de “Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de las Madres”. Ella prometió que si se hacían fielmente estas Vigilias, a pesar de las condiciones del tiempo y otros disturbios, Ella se aparecería a Verónica en cada una de las Vigilias y daría mensajes del cielo de importancia mundial. Ella pidió que durante la Vigilia, se rezara continuamente el Rosario, en voz alta y por todos los peregrinos. Y asi desde el 18 de junio de 1970, miles de personas de todo el mundo han venido para asistir a las Vigilias, que se hacen al aire libre, a pesar de las condiciones del tiempo. Durante este tiempo se han transmitido cientos de mensajes a través de Verónica quien actuó como “alta voz” repitiendo las palabras del Cielo. Todo ha sido grabado en vivo, en casettes. Como alma víctima, Verónica sufrió enormemente. Su cuerpo fue una progresiva exhalación de dolor, siendo probada y purificada continuamente, de modo que ella pudo continuar su misión para el Cielo en el más puro estado de gracia. Ella padeció toda una serie de enfermedades, incluyendo el corazón, los riñones, la vesícula, la columna vertebral, problemas artríticos, fatiga crónica, ruidos permanentes en el oído, más y más enfermedades. En un solo período de tiempo, de 1979 a 1982, fue hospitalizada 13 veces durante largas estadías. Se podría escribir un libro únicamente sobre las enfermedades de Verónica. (ver Getsemaní al Calvario - sufrimientos de Verónica de la Cruz). Pero es suficiente decir que la vida de Verónica fue una historia de sufrimiento no solo físico sino mental, emocional y espiritual. Ella fue verdaderamente la imagen de la Santa Faz, reviviendo la Pasión de Cristo cada Cuaresma y llevando sus heridas (estigmas). Pero ella sufrió todo por Jesús y su Santa Madre. Nuestra Señora le dijo a Verónica, en Marzo 18 de 1973, que “habéis sido escogida por vuestra fortaleza en el sufrimiento”. Verónica amó a su prójimo, hermanos y hermanas. Y ella hizo todo para llevarlos a Jesús y a Nuestra Señora. En 1995 padeció su agonía final y pasó a recibir la recompensa Celestial. Y ahora podemos dirigirnos a Verónica de la Cruz y pedirle que ore por nosotros. Verónica no ha descansado aún. Desde el cielo ella se ha unido al Apostolado Mundial de San Miguel para propagar la misión del Cielo. Verónica de la Cruz, rogad por nosotros. |
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