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De Getsemani al
Calvario
En junio de 1968 se inició su camino como alma víctima. A finales de los años 60 y principios de los 70, la familia no cree, a excepción de su hijo menor, Raymond. Rechazo total y hasta desprecio por parte de su parroquia de San Roberto Belarmino, a la cual acudió para pedir ayuda y guía; se siente totalmente desolada. En marzo de 1971 y cada Cuaresma hasta 1995, testigo personal de la Pasión de Nuestro Señor. Experimenta físicamente la crucifixión; recibe temporalmente los estigmas. En diciembre de 1972 le fue diagnosticado un carcinoma en la columna vertebral (cáncer); con frecuencia en silla de ruedas. En noviembre de 1973 fue hospitalizada por enfermedad de los discos intervertebrales (deterioro de los discos) e infección en los riñones. En enero de 1974 su hijo Raymond murió a los 16 años en un accidente de cacería. En 1975, la diócesis de Brooklyn a través de “investigación” la llamaron a indagatoria, sin embargo nunca interrogaron a Verónica junto con otras serias omisiones; fue una gran parodia de justicia que resultó una vergüenza para Verónica y el subsiguiente abuso emocional, especialmente por parte del clero. En 1975 fue procesada en la Corte Suprema de Jamaica por la parroquia de San Roberto y la asociación cívica local, por lo cual se tuvo que reubicar el sitio de las vigilias del Pabellón Vaticano. En otoño de 1978 fue hospitalizada de nuevo por problemas del disco. En diciembre de 1978 sufrió un severo ataque al corazón, funcionándole solo medio corazón; de ahí en adelante siempre necesitó oxígeno. Entre 1978 y 1982 fue hospitalizada 13 veces por largas estadías; se le diagnosticaron diabetes, úlceras en el estómago y hernia hiatal. En diciembre de 1980 fue hospitalizada por vesícula biliar gangrenosa y se le retiraron grandes cálculos biliares. De 1980 a 1995 estuvo recluida en su hogar; confinada a la cama por largos períodos; rara vez asistió a las vigilias. En mayo de 1989 sufrió angina de pecho (enfermedad dolorosa del músculo del corazón), dolores agudos en el pecho y anemia (deficiencia de sangre); también sufrió por sensación de ruido en los oídos (enfermedad auditiva); recibió tratamiento por presión muy alta de la sangre e infección recurrente del tracto urinario. En Julio de 1990 fue hospitalizada por 12 días debido a dolores agudos en el pecho; mucho ayuno y el viaje al infierno en junio 18, le costó la salud; atormentada con el síndrome de fatiga crónica. Diciembre de 1994, postrada en cama por meses con artritis en la columna vertebral y dolores agudísimos en las piernas. En enero de 1995, neurocirugía que duró cinco horas después que le descubrieran un tumor en un nervio cerca a la columna vertebral; sufrió otro ataque al corazón; hospitalizada por 40 días. Mayo de 1995 se le descubrió un tumor maligno en su riñón derecho; perdió casi 50 libras. Fue visitada por Michael Mangan y James Donahue, de la orden de laicos de San Miguel, quienes informaron que ella era una verdadera imagen doliente. En junio de 1995 le fue retirado el riñón derecho; quedó virtualmente incapacitada; visitada por Michael Mangan y Regina Fox en su casa el 19 de junio. En julio de 1995 fue hospitalizada por mas complicaciones; reducida a un estado de absoluta miseria física. En julio 31 de 1995 fue conducida al hospital con neumonía y 105.3 grados de fiebre; infección en la sangre y en el tracto urinario. En agosto 3
de 1995, falla cardíaca por congestión; fue llamada a la morada
celestial para recibir la recompensa eterna.
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